
Reflexiones de Actualidad Política
Por Julio A. Altagracia
El Horizonte, Santo Domingo RD.- La semana pasada, como en otras ocasiones, alguien, tal vez con falso nombre para esconder su irresponsabilidad en las redes sociales, se refirió al Ing. Eduardo Estrella, probablemente instigado por la envidia propia o ajena, en términos y comentarios expresamente dañinos, pretendiendo con ellos lanzar lodo a una ejemplar hoja de político y servidor público sin mancha alguna e incorruptible orlada por la conducta de un ciudadano incuestionable cuya imagen pública es admirada y defendida con orgullo por la comunidad de Santiago de los Caballeros y una parte importante del país.
Lo acontecido llama a la reflexión, porque resulta sorprendente y hasta inexplicable que a algún sector de nuestros actores político o a alguien en particular, le moleste u ofenda el accionar de una persona cuyas actuaciones se rigen acorde con las predicas y deseos de la generalidad de la sociedad dominicana, misma que exige a gritos y a diario una conducta más decente, sería, honesta y pulcra, de parte de los servidores públicos en el manejo de las responsabilidades puestas a su cargo.
Esto así, porque para referirse a don Eduardo estrella y su conducta ética, como servidor público, no hay que ir muy atrás a sus pasos por la Dirección de INAPA, viceministro o ministro
de Obras Públicas o su acrisolada carrera política de todos conocidas, ya que bastaría con referirnos brevemente a los últimos 4 años cuando ejerció como Senador por la provincia de
Santiago ocupando por tres años la Presidencia del Senado de la Republica y de la Asamblea
Nacional, con resultados no solamente encomiables, sino envidiables, tales como:
- Récord en iniciativas legislativas aprobadas.
- Récord en sus asistencias puntuales, a todas las secciones y acciones legislativas.
- Récord en el manejo y logro de: armonía, respeto y consenso, entre los diferentes bloques legislativos y los senadores, de manera particular.
- Récord en la cantidad de secciones y trabajos en comisiones.
- Récord en construcción, ampliación y remodelación de la planta física y los servicios personales, correspondiente al Senado de la República.
- Récord o asistencia perfecta a todas las secciones y trabajos en comisiones, durante el año que ceso como presidente del Senado.
- Récord en reconocimientos públicos y distinciones, conferidas por el 100% de sus compañeros senadores, al concluir su cuatrienio.
Debemos resaltar, en adicción a lo anterior y de manera muy especial, que el Senador Eduardo
Estrella, por convicción moral, teniendo todo el derecho legal, como todos los legisladores y respetando esos legítimos derechos de sus compañeros de órgano, él renunció a recibir más de 50 millones de pesos que les correspondían como Senador de Santiago, por el llamado barrilito
y que también renunció al uso de las dos exoneraciones para adquirir dos vehículos, libres de
impuestos, así como a otros beneficios.
En atención a esos atributos y su conducta ética y moralmente intachable nos hemos sentido
movidos a escribir estas notas, porque conociendo a Don Eduardo, pensamos que él no lo haría
para defenderse, en virtud de que él solo predica con el ejemplo y habla con sus acciones. Don
Eduardo es un hombre modesto, humilde y sencillo en su vida pública y privada, consagrado a su familia y no obstante descender de una estirpe que goza de gran prestigio y respeto en todo
el país y ser un hombre altamente admirado en su Santiago natal, y distinguido en todo el país,
solo se le conoce como una persona cuyas actuaciones se enmarcan en una conducta de respeto y honorabilidad en cada una de sus actuaciones.
Es por ello que, en ocasión de los comentarios atrevidos, a los que nos referimos al principio,
surgieron de inmediato las más variadas voces y las más calificadas en todos los órdenes y
desde todos los lados, para destacar la conducta ejemplar del Ing. Eduardo Estrella, en un
ejercicio como hombre público que lo coloca como el modelo a seguir en el necesario proceso
del adecentamiento político que demanda nuestro país.
No quisiera terminar estas notas, sin antes decir que, en el Partido Dominicanos por el Cambio,
DxC, organización política creada y liderada por Don Eduardo Estrella, se agradece y valora
todas las opiniones enalteciendo la conducta de nuestro líder, no solo por estar consciente de
que esa es la verdadera realidad, si no, porque lo vivimos y lo compartimos a diario, compartiendo sus acciones de hombre íntegro, humilde, leal y servidor, porque Don Eduardo
Estrella es un hombre comprometido totalmente con los mejores propósitos de bienestar para
el pueblo dominicano.