
Por Julio A. Altagracia Guzman
El Horizonte, Santo Domingo RD.- Estamos conscientes de que pudiéramos lucir extravagantes y lisonjeros con el título de esta entrega de mis Reflexiones; sin embargo, no es así y, por demás, no lo necesitamos. Más bien,
hacemos esta afirmación como un axioma que no requiere prueba, ya que se demuestra por sí sola. En este país y en estos momentos nadie puede desmentir, con credibilidad, que el Presidente Luis Abinader es el político dominicano con los mayores arraigos, con la mayor admiración y respeto, así como la mayor distinción dentro y fuera del país, todo esto gracias a su demostrada eficiencia, su transparencia y decencia, y, sobre todo, por el respeto y tolerancia con los que trata a todos sus conciudadanos.
La escuela política o el estilo de gobernar del Presidente Abinader, ha calado de tal manera en la conciencia de la mayoría de los dominicanos, que, aun imposibilitado de manera voluntaria para repetir como candidato presidencial en próximas elecciones, él y su gobierno son el blanco principal de todos los líderes de la oposición, quienes, en su afán por desacreditarlo, no solo caen en la incongruencia, sino que, con frecuencia, lucen desfasados, desorientados o mal informados, apareciendo como erráticos ante la dura realidad que contradice, ostensiblemente, la falsedad de sus altisonantes y débiles acusaciones.
Abonando lo que comentamos más arriba, observamos que, a principios de la semana que discurre, dos importantes líderes opositores, los expresidentes de la República, Dr. Leonel Fernández y el Lic. Danilo Medina, ambos produjeron declaraciones rimbombantes orientadas a desmeritar las ejecutorias del Presidente de la República, ambas publicadas en primera página del periódico Diario Libre del lunes 4 de agosto, en las cuales el expresidente Fernández, declaró que el gobierno del Presidente Abinader ha fracasado en el manejo de la política económica del país. Pero sucede que ese mismo día y en el mismo periódico, en la primera página, se informa que la clasificación riesgo-país, según Moody’s Rating, había sido reclasificada, mejorando la
economía dominicana, entre otras cosas, la capacidad crediticia del país, gracias al buen manejo del Gobierno Dominicano.
¿Quién es Moody’s Rating? Moody’s Corporation es una empresa global de análisis financiero y calificación de riesgo, con sede en Nueva York, Estados Unidos. Fundada en 1909. Es una de las tres agencias de calificación crediticia más importantes del mundo, junto con Standard & Poor"s (S&P) y Fitch Ratings. Su filial más conocida es Moody’s Investors Service, responsable de evaluar el riesgo crediticio de gobiernos, empresas, instituciones financieras y valores de inversión.
Por otro lado, y en declaraciones recogidas en primera página por el mismo periódico Diario
Libre, el mismo día, el expresidente de la República, Lic. Danilo Medina, quizás mal informado,
acusó al gobierno de haber abandonado el Programa de Tandas Extendidas del Ministerio de
Educación, cuando la realidad, conocida por todos, es que ese programa ha sido ampliamente
mejorado con más y mejores aulas, adicionándole más de 200,000 estudiantes, con mejores
servicios de alimentos y utilería, y agrandándole el transporte escolar que ha venido a solucionar
un grave problema para padres y estudiantes del sistema educativo del sector público de la
República Dominicana.
Con las declaraciones de ambos líderes opositores, comentadas más arriba, pudiera interpretarse que más que una crítica orientada a denunciar una situación a ser enmendada, a la que tienen legítimo derecho, están dirigidas, más bien, a confundir y dañar, cuando lo correcto y lo sensato sería reconocer los éxitos alcanzados por el país en el manejo de ambas asignaturas. Comprendemos perfectamente y lo aceptamos como muy bien, que la oposición haga su trabajo, pero entendemos también que, más que criticar, debe presentar propuestas para mejorar. Hablemos más de soluciones, que el país lo agradecerá. Seamos realistas, veamos la parte llena del vaso, seamos menos politiqueros.
Nuestro país, comparado con el entorno y con el mundo, si se quiere, está bien y vamos bien, con dificultades, pero debemos reconocer que vivimos en tiempos difíciles, pero con tranquilidad social, con una democracia fuerte y estabilidad política, con crecimiento en todas las áreas y reduciendo la inflación, gracias a la normalización de las cadenas de suministro en el ámbito nacional. Y aunque parezca mentira, la realidad es que tenemos un manejo prudente con el tema de la deuda pública, si la observamos porcentualmente con respecto al PIB y otros factores. Nuestro país está produciendo, en estos momentos, cerca del 90% de los productos que
consumimos y estamos exportando al mercado internacional. Defendamos con uñas y dientes este estado de cosas y trabajemos para mejorarlo, creando políticas públicas que hagan más eficientes y equitativa la distribución de la riqueza, favoreciendo a los más vulnerables. Seamos más comedidos y prudentes para que los intereses políticos y personales no nos lleven a matar la gallina de los huevos de oro.
Faltan tres años para el 2028, con un presidente que no está trabajando para reelegirse y un panorama electoral totalmente indefinido, con la única certeza de que el nombre del Presidente Abinader no estará en la boleta, pero con la seguridad de que incidirá preponderantemente en los resultados de esas elecciones, ya que, por el camino que van las cosas, podrán ser grandemente beneficiados aquellos candidatos cuya conducta refleje el mayor parecido a la de el actual Presidente de la República, en cuanto a eficiencia, transparencia y responsabilidad.