"Julio Altagracia G" En el Estado no basta con ser buen Gerente "se debe tener sentido político"
Reflexiones de Actualidad Política
En determinadas posiciones del Estado no basta con ser buen gerente, se debe tener sentido político
Por Julio A Altagracia G "Presidente del PVUD"
El Horizonte, Santo Domingo RD.- Sobre ese criterio queremos ambientar el mismo con dos ejemplos positivos y ampliamente conocidos por la comunidad nacional. El Ing. Carlos Morales Troncoso, con grandes y conocidos éxitos en el área empresarial del Central Romana, ingresa a la política como candidato a la vicepresidencia de la República, en la boleta del Partido Reformista Social Cristiano -PRSC-, escogido por el presidente Joaquín Balaguer, resulto electo a la vicepresidencia y luego ocupo exitosamente, varias altas posiciones en el Estado, incluida la presidencia del PRSC, demostrando en cada una de ellas capacidad gerencial y un buen manejo político.
Otro ejemplo no menos ilustrativo, es el de la Lic. Raquel Peña, actual vicepresidente de la República, que aun cuando no ha tenido tantas vivencias como el Ing. Morales Troncoso, la realidad es que ingresa al tren del Estado en condiciones similares y por igual ha tenido un desempeño ejemplar tanto en la gerencia administrativa como en su fino y delicado trato político.
Traemos el tema a colación y hacemos las referencias expuestas, en ocasión del impasse surgido entre el Ministro de Educación y la Comisión Permanente de Educación de la Cámara de Diputados de la República, cuyas consecuencias involucran, por su naturaleza al Congreso Nacional como cuerpo legislativo, al que se le considera como el primer Poder del Estado.
Hemos visto el video de una frustrada reunión en el despacho del Ministro de Educación, y hemos ponderado las explicaciones ofrecidas por las partes. No hay dudas de que hubo un pésimo y deplorable manejo por parte del Ministro, Profesor Ángel Hernández, en la que se evidencia una predisposición ante los visitantes. Se observa que hubo un marcado irrespeto del señor Ministro, a la dignidad que encarna el Poder Legislativo y sus prerrogativas constitucionales.
El Ministro Hernández, llego al Ministerio de Educación, como es natural mediante un decreto presidencial, con un excelente curriculum profesional, investido de las más altas calificaciones y reconocido como uno de los mejores técnicos en el área educacional con que cuanta la Republica Dominicana, sin embargo, desde su llegada ha dado muestras de carecer de sentido político o sentir desprecio a los que se dedican a esa actividad. En ese orden su manejo ha sido torpe y la frustrada reunión con la Comisión Permanente de Educación de la Cámara de Diputados, así lo evidencia.
El señor Ángel Hernández, en su calidad de ministro, no debe confundir los roles, la política y los políticos son partes esenciales en cualquier ministerio. Los Legisladores posen poderes para fiscalizar las funciones de la administración pública, consagrados por la constitución, se ha visto que se ha querido confundir a la opinión publica, señalando a Diputados por ser del PLD o Fuerza del Pueblo, conjuntamente con el PRM, la realidad es que en esa reunión los que estaban presente son Diputados de la República, con toda la honorabilidad y la dignidad que le concede su posición y la Carta Magna de nuestro país, independistamente, de condiciones personales o particulares de quien ostenten esa posición.
Como es natural en casos como estos, la reacción de la Cámara de Diputados no se hizo esperar y en ese orden nos permitimos sugerir la intervención del liderazgo político y de manera especial la del PRM, como organización que representa al gobierno, para que actúen y se le busque un entendimiento a ese incidente a los fines de que no pase de ahí y además para advertir a los servidores públicos en cualquier, nivel de cuál es su papel frente a los Legisladores de la República, en razón de que la realidad es que muchos de los altos funcionarios de la nación se equivocan con frecuencia tratando irrespetuosamente a los Miembros del Congreso Nacional.
Este incidente debe servir también para comprender que para ocupar determinadas posiciones en el Estado no basta con ser un buen gerente, se requiere además tacto y sentido político, de no ser así el camino del fracaso está definido.
Dado el hecho de que en esa frustrada reunión la jerarquía suprema, la ostentaba la Comisión Permanente de Educación de la Cámara de Diputados, independistamente de que tuvieran en el despacho del Ministro Ángel Hernández, el trato de que fueron objeto los Legisladores fue deplorable, tal vez por ignorancia o arrogancia del señor Ministro, se requieren las debidas escusas y la disposición de evitar la ocurrencia de incidentes como ese, por el bien de las
instituciones del Estado y del país.